Hoy os queremos presentar la FUNDACIÓN PAU GASOL. Marc y Pau Gasol no son sólo jugadores de la NBA, campeones del Mundo y subcampeones Olímpicos, sino también filántropos a nivel global. Juntos, comparten la pasión de luchar por la salud de la infancia, una preocupación que germinó en ellos desde muy temprana edad.
Debido en parte a que su madre es doctora y su padre enfermero, tanto Marc como Pau tuvieron siempre fácil acceso a la práctica de deporte y el ejercicio de actividad física, a una dieta sana, y a un entorno estable. Algunos de los mejores recuerdos familiares de ambos tienen que ver con el deporte, y orbitan en torno a un estilo de vida saludable y activo.
El trabajo y el foco de la Fundación Gasol, su objetivo, es ahora entregarse al máximo para conseguir que el mayor número de niños consiga el mismo acceso a una alimentación sana y a una vida activa que el que pudieron tener ellos.
La Fundación Gasol centra su tiempo, sus energías y sus recursos económicos en incrementar los índices de actividad física y la calidad de los alimentos y la nutrición. La Fundación Gasol se centra en tres áreas principalmente:
1) La actividad física en la escuela
2) La actividad física en los barrios
3) Promover una alimentación sana
Al igual que la Fundación Pau Gasol, nosotros también queremos un mundo en el que todos los niños lleguen a la edad adulta física y mentalmente preparados de cara a poder vivir una vida productiva, sana, y llena de oportunidades.
Durante las últimas décadas, las tasas de obesidad entre todos los grupos de edad se han disparado notablemente, multiplicándose por cuatro en el caso de los niños de entre 6 y 11 años de edad. Actualmente, casi un tercio de la infancia y la adolescencia presentan sobrepeso u obesidad.
Si no actuamos para tratar de revertir la obesidad infantil, corremos el riesgo de estar viendo crecer la primera generación de jóvenes, que padecerá más enfermedades, y tendrá menor esperanza de vida, que la generación anterior. Prevenir la obesidad durante la infancia es una cuestión crítica, porque los hábitos fomentados durante esta etapa se cultivarán hasta la edad adulta. Diferentes estudios muestran que un adolescente obeso tiene hasta un 80% de probabilidades de ser, en el futuro, un adulto obeso. Los niños con obesidad y sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades de gravedad tales como problemas cardíacos, asma, algunos tipos de cáncer, y depresión. Revirtiendo la obesidad infantil conseguiremos una población más sana y más fuerte; conseguiremos salvar vidas, quitar cierta presión económica al sistema sanitario, y aumentaremos la productividad de cada individuo para las próximas generaciones.
Por esta razón te proponemos el primer reto que ha puesto en marcha esta Fundación a nivel global y que estamos seguros que podrás alcanzar. Se trata sencillamente de estar un mes entero sin tomar ni un solo refresco.
¿PODRÁS SER CAPAZ DE
CONSEGUIRLO?
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