16:00 de la tarde, pradera de Rialp, el rugir de los motores nos espera. Organizamos los grupos de 6 en 6 para comenzar esta trepidante, pero nada peligrosa, actividad. El circuito es muy divertido con curvas cerradas, un pequeño chicán e incluso barro, condiciones perfectas para disfrutar de los quads. Después de las instrucciones de seguridad y conducción de los vehículos, por parte de los monitores, nos colocan los cascos y ya estamos preparados para dar la vuelta de warm up (calentamiento). Como muy bien nos indican los instructores es muy importante comenzar poco a poco para aprender como funcionan los quads. Poco a poco le vamos cogiendo el truco al manejo de estos vehículos, lo que hace que sea aún más divertido. Después de las numerosas vueltas acabamos nuestra ronda con la adrenalina por las nubes y una gran sonrisa en la boca, con muchas ganas de contar la experiencia al resto de grupos que no ha participado: "¡Buaaa!, que guapo", "esta guapísimo", "llevo las piernas llenas de barro, jajaja",... y un sinfín más de emociones. Cuando acaban todos los grupos montamos al autobús y volvemos al autobús.
Llegamos a las 18:00 aproximadamente al hotel con tiempo de sobra para ducharnos, descansar y temprano cenar para así poder disfrutar de nuestra última noche de discoteca, eso si, sin acostarnos tarde, ya que, mañana temprano tendremos que despertarnos para afrontar un super día con la gran actividad del rafting y la multiaventura.
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