CRÓNICA DEL ÚLTIMO DÍA DE NUESTRO VIAJE A VALDELINARES

 Tercer y último día. Este último día tuvimos que madrugar mucho más porque teníamos que bajar las maletas al autobús, ya que ya no volveríamos, y necesitábamos llegar pronto a las pistas para así poder ponernos todos la equipación rápido y poder aprovechar nuestra última clase de esquí a tope. Era una mañana buenísima, estaba el cielo despejado y aunque hacía frío se podía ver que iba a ser un gran día de esquí. Llegamos a la estación, eran las 9 y estábamos casi solos en las pistas, así que nos pusimos todo el material y aún pudimos hacer unas cuantas bajadas por las pistas verdes hasta que comenzamos las clases. Después de las clases continuamos un rato más practicando todo lo que habíamos aprendido estos días hasta la hora de comer. Con los esquís nos acercamos al restaurante, los dejamos preparados para después de comer, descansar un poquito y así poder volverlos a cogerlos y apurar las últimas bajadas hasta las 4 que era la hora en la que ya teníamos que dejar el material y prepararnos para poder salir hacia Elda. Los que quisieron acabar un poquito antes porque ya estaban cansados o les apetecía jugar un poco más con la nieve pudieron hacerlo y así ir devolviendo el material por grupos. Después de unas bajadas impresionantes por pistas verdes, e incluso algunos grupos por pistas azules, dejamos el material y ya nos despedimos de esta gran aventura. A las 5 ya estábamos todos en el autobús preparados para comenzar nuestra vuelta a casa. A mitad de camino paramos a comer unos bocadillos riquísimos en un pueblo llamado Alberique y ya finalmente retomamos el camino para a las 9:30, aproximadamente, llegar al cole. Allí estaban todos nuestros padres y madres esperándonos. Incluso nos recibieron con fuegos artificiales fue una auténtica sorpresa.