Por eso queremos compartir con todos vosotros algunas reflexiones interesantes que seguro ayudarán a nuestros jóvenes atletas en su formación como persona y como deportista.
Es importante, que los padres/madres conozcan el papel que han de asumir, cuando tienen un hijo que practica un deporte. No cabe ninguna duda de que todos quieren siempre lo mejor para sus hijos, pero muchas veces la forma en que lo pretenden lograr, no es la más adecuada o la más eficaz.
Todos hemos visto como resulta difícil para muchos progenitores tener una actitud que favorezca este trabajo del entrenador y personas que con él colaboran. Les cuesta mantener una relación adecuada con ellos e incluso mantienen una posición que perjudica el desarrollo y la mejora de sus hijos.
Es conveniente mantener una actitud de APOYO sobre los niños, eliminando las críticas negativas, tanto en casa como en los partidos, y tener con ellos una actitud comprensiva. Es fundamental, no volcar sobre los niños expectativas fuera de lugar, y querer que sean, lo que su padre no han sido en el deporte.
Resulta evidente, que para muchas personas adultas, acostumbradas a la competitividad, el ganar lo es todo. Pero en el deporte de iniciación los padres/madres han de mantener una actitud de interés por la actividad que se realiza, poniendo énfasis en el esfuerzo y el disfrute más que en el resultado.
Es importante mantener una actitud comprensiva hacia el trabajo del entrenador, ponerse en su lugar y comprender que no es agradable dejar sin jugar a alguien. El entrenador tiene el mando en el partido, los padres/madres no deben ejercer órdenes desde fuera del campo, para eso está siempre el entrenador.
Es fundamental dejarle trabajar y confiar en él y en su buen hacer. Esto no significa que no surjan discrepancias, que pueden ser solucionadas con el diálogo con el entrenador o con el Coordinador del Club. Pero también es importante ir dejando a los niñós/jóvenes, se vayan solucionando sus dudas y sus nuevas situaciones.
Otro aspecto que hay que cuidar y que más tarde se verá reflejado en el comportamiento de los niños, es la actitud durante los partidos. Así que hay que evitar los insultos y gestos despectivos con los contrarios y con el árbitro, evitar criticar a nuestro equipo, para no menoscabar su autoestima y su ánimo por hacer deporte.
Si queremos hijos libres, solidarios y participativos, que confíen en si mismos y en los demás, hay que empezar por darles ejemplo con nuestra propia actitud. Y no olvidar nunca que el deporte es un juego y una fase, como otras, de su vida.
No siempre resulta fácil tener en cuenta todos estos aspectos y consejos, pero al igual que los jóvenes deportistas entrenan cada día, deben los padres/madres, esforzarse por mejorar actitudes y comportamientos, para poder tener unos deportistas, y unos hijos, que disfruten con su deporte, respeten a sus adversarios y sean motivo de orgullo y satisfacción.
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