SON NIÑOS. ES UN JUEGO.
Y LES ESTAMOS ROBANDO
Una vez más, el vídeo de la Fundación Brafa ha provocado en las redes y en la opinión pública un movimiento de rechazo contra las actitudes violentas y antideportivas en el deporte base.
En esta ocasión, el impacto producido por una supuesta pelea entre padres y la reflexión final de uno de sus protagonistas ha sido determinante para que decenas de miles de personas hayan suscrito esta denuncia.
Desde el centro y en nombre de todo nuestra comunidad educativa reiteramos nuestro compromiso por erradicar cualquier tipo de violencia en nuestras pistas polideportivas durante las competiciones escolares municipales.
Desde el centro llevamos varias iniciativas para concienciar a nuestro alumnado y familias de la necesidad de transmitir valores positivos durante la práctica deportiva como el respeto, el trabajo en equipo, el esfuerzo y la igualdad de oportunidades.
Por este motivo lo volvemos a manifestar y a dejar muy claro,
EL COLEGIO PINTOR SOROLLA DICE NO A LA VIOLENCIA EN EL DEPORTE ESCOLAR.
Los comportamientos inapropiados de los padres y madres en los terrenos de juego tienen una influencia muy negativa en nuestros hijos e hijas.
La influencia de todos los beneficios de la actividad física en los niños y niñas puede verse empañada por las actitudes violentas y agresiones verbales e, incluso, físicas que se producen en el entorno del deporte escolar. Desde las gradas, y en los hogares, se llevan a cabo algunas de las más dolorosas y menos ejemplarizantes: las ejercidas por los padres y las madres contra árbitros, entrenadores, jugadores, resto de los espectadores o sus propios hijos. Te contamos cuáles son esas conductas inapropiadas, qué repercusiones tienen en los más pequeños y qué se puede hacer para evitarlas:
- Discutir con los padres de otros deportistas durante un entrenamiento o una competición.
- Recriminar al árbitro durante una competición cuando su actuación no te ha parecido acertada.
- Ridiculizar al adversario delante de tu hijo/a.
- Hablar despectivamente del comportamiento y de la forma como el entrenador hace su trabajo.
- Dar indicaciones técnicas a tu hijo/a antes, durante o después de una competición.
- Dar demasiada importancia y criticar su resultado en una competición.
- Molestarte o mostrar poco interés por acompañar a tu hijo un entrenamiento o competición.
- Pensar que tu pequeño/a podría dedicarse a otro tipo de actividades más provechosas que hacer deporte.
Entre las posibles soluciones para paliar los comportamientos violentos en el deporte que nuestro cole ha adoptado han sido la aplicación de programas de concienciación a los familiares y a los propios deportistas, educación en valores y, sin olvidar implantar sanciones a las acciones violentas.
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